La apuesta por elaborar únicamente Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) es una declaración de intenciones que nos lleva a trabajar ya desde el campo para obtener las olivas más sanas.
Éstas se recogen directamente del árbol y se entregan en pocas horas a la almazara. A la descarga se separan las variedades para realizar posteriores coupages.
Su elaboración se hace en menos de 12 horas, con una extracción a través de métodos mecánicos: se rompe el fruto (molturación), se bate la pasta obtenida a baja temperatura y mediante centrifugado, se separan sólidos (pulpa, hueso) y el agua vegetal que contiene para extraer un zumo puro. Así se mantiene la frescura del fruto, su aroma y todas sus propiedades saludables.
El zumo, ya aceite, se deja reposar algunos días en un depósito de acero inoxidable con fondo cónico especial, para que por un decantado natural se separen del aceite pequeños sólidos y leves restos de agua (más pesada que el aceite). Un suave filtrado posterior facilita su limpieza total y una mejor conservación del aceite, haciendo que perduren sus mejores atributos.
Laboratorios externos homologados realizan análisis químicos de cada depósito para confirmar que se ajustan a la normativa vigente y un análisis organoléptico (cata en panel oficial también externo) permite certificar que cada partida cumple los parámetros indicados por el Comité Oleico Internacional (COI). Si alguna partida no cumple los requisitos de un Aceite de Oliva Virgen Extra, nuestra Almazara no envasará esa partida y se vende a terceros.